"Mientras mi visión no fuera totalmente clara respecto de Las Cuatro Verdades que Ennoblecen, no pretendí haber llegado a un despertar auténtico". El Buda El Buda planteó la naturaleza del dilema humano como a un camino para su resolución. Las dos primeras verdades (angustia y orígenes) describen el dilema, las dos últimas (cesación y camino) su resolución. Las Cuatro Verdades Nobles no son proposiciones a ser creídas; son desafíos a actuar. La primera verdad desafía nuestra relación habitual con la angustia; desafía la forma como interactuamos con la fragilidad y finitud inherentes a nuestra existencia. Al considerarse la angustia como temible y amenazante, se evade su comprensión y se entra en un terreno nebuloso que desdibuja la esencia de la misma. Esta percepción induce a un estado psicológicamente bloqueado, enredado en confusiones que terminan en pensamientos circulares sin respuesta. Acoger el contenido de la angustia es la oportunidad para entender la pr
Cuando en la psicología budista se dice que "dependiendo del contacto surgen las emociones", se explica de ésta manera un proceso natural de la experiencia sensorial, que sucede entre los órganos de los sentidos y el contacto con un objeto. Sobre ésta premisa, lo más significativo es la concepción de ser humano como una personalidad psicofísica. La tendencia generalizada a considerar mente y materia como dos entidades separadas, fue rechazada por el Buda. Para explicar mente y materia redujo ambas a la experiencia por medio del contacto, es decir, sensación y contacto físico; mente y contacto con contenidos mentales. Reconocer que el mundo es disposicionalmente condicionado, lo llevó al reconocimiento de la conciencia como parte significativa de la personalidad humana y no a un mero epifenómeno. En consecuencia, la personalidad psicofísica admitida por el Buda enfatiza la dependencia de la conciencia sobre la personalidad física y la capacidad de la primera de moldear la