Me imagino a Carl G Jung y Ken Wilber, tomando como ejemplo la mesa de negociación del conflicto armado colombiano para en ese contexto, explicar como actúan tres conceptos desarrollados por ellos, que tienen que ver con la dinámica de las relaciones personales e interpersonales. Dirían ellos, analicemos la sombra , la persona y la proyección entrando en acción cuando de acusaciones se trata. El primer error para zanjar diferencias, añadirían, es partir de que hay un bando bueno y otro malo. Este juego de liberarse de culpas acusando al otro, es una mala entrada, puesto que cualquier negociación debe partir de las causas que originan un conflicto y resulta que al mirar las responsabilidades, no hay cabida para el juego del bueno y del malo ¿Bueno es quien ostenta el poder desde el estado y malo el que lo ostenta desde otro lado? No dice mucho esto si, de reconocer, reparar y no volver a incurrir en las causas, se trata. Puesta la mano en el corazó...