Me imagino a Carl G Jung y Ken Wilber, tomando como ejemplo la mesa de negociación del conflicto armado colombiano para en ese contexto, explicar como actúan tres conceptos desarrollados por ellos, que tienen que ver con la dinámica de las relaciones personales e interpersonales. Dirían ellos, analicemos la sombra, la persona y la proyección entrando en acción cuando de acusaciones se trata. El primer error para zanjar diferencias, añadirían, es partir de que hay un bando bueno y otro malo. Este juego de liberarse de culpas acusando al otro, es una mala entrada, puesto que cualquier negociación debe partir de las causas que originan un conflicto y resulta que al mirar las responsabilidades, no hay cabida para el juego del bueno y del malo ¿Bueno es quien ostenta el poder desde el estado y malo el que lo ostenta desde otro lado? No dice mucho esto si, de reconocer, reparar y no volver a incurrir en las causas, se trata. Puesta la mano en el corazón, todos saben que todos cargan grandes responsabilidades a cuestas. Uno de los elementos que aporta la psicología para esta comprensión, es el concepto de sombra que se refiere sencillamente a no reconocer aquello que no nos gusta, por cualquier razón, y a atribuírselo a otros como una forma de exculparse, de quedar bien. ¿Ante quien? Estrategia utilizada con ingenio en la cacería de brujas, que no es más que ver en el otro algo que potencialmente a sí mismo espanta. Esta negación, crea una imagen que en términos psicológicos se llama la persona o sea aquella cara fragmentada que admite responsabilidades a medias, dándole salida a la sombra, proyectada a través de acusaciones, estilo juego ping-pong, en el cual quien acusa es también culpable.
Tener en consideración estos tres conceptos inmersos en esta dinámica de negociación, permitiría un reconocimiento público honesto de asunción de responsabilidades históricas de más de seis décadas del conflicto social y armado, reduciendo suspicacias en lo atinente a la negociación e impartiría dosis necesarias de credibilidad y coherencia.
Dr Carlos, ¿Cómo trascender las culpas y las señalaciones en un conflicto tan cruento como el que vivimos?
ResponderEliminarSería mucho más provechoso para el proceso y para todos nosotros que se llevara a cabo un trabajo interior entre los sentados en la mesa. Así se podrían generar propuestas y soluciones auténticas, mientras eso no se dé y cada lado se relacione con el otro desde una posición cerrada, aferrándose a sus identidades de nosotros contra ellos, los resultados serán cojos. Muy buen artículo, ojalá y fuera posible que estos líderes tuvieran la valentía y nobleza de mirar adentro y encontrar aquello que los une, aquello que es más profundo y real, en vez de enfatizar aquello que los separa de manera superficial.
ResponderEliminarDe acuerdo Santiago. Entre tanto la verdad y la honestidad no sean el punto de partida cualquier conversación no pasa de ser retórica. Sería interesante ya que ustedes están formando un equipo de trabajo y de estudio, poder abordar el tema del conflicto y la paz desde el enfoque integral. Yo creo ayudaría mucho a mirar lo que tu dices "encontrar aquello que los une"...."en vez de enfatizar aquello que los separa de manera superficial.
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